¿A DÓNDE IRÁN?
Es uno de los misterios de la vida cotidiana. Comprendo que se pierdan las cucharillas del postre, comprendo que se pierdan los alfileres de novia (entre otras cosas para eso están), comprendo que se pierdan neuronas (a unos se les nota más que a otros). Pero no puedo entender cómo se pierden los calcetines. Los metes en la lavadora, es cierto confesémoslo, a veces ni siquiera los estiramos. Termina la lavadora, los sacamos y los tendemos con la ligera sospecha de que falta alguno, ya que no lo has podido pillar junto a su compañero con la pinza. Pero cuando descubrimos que la ausencia es una realidad, es en el momento en el que nos disponemos a doblar la colada. No obstante los dejamos en el fondo del cesto de ropa pendiente de plancha, pensando que en otra "lavadora" aparecerán. Un buen día, años después, cuando decides deshacerte de los calcetines que ocupan la mitad del cesto de la ropa para planchar, te das cuenta que es inevevitable la falta. Desapar