LA PRIMAVERA
Ya huele a tardes largas de silencio espeso, a florecillas silvestres naciendo a borbotones, a insectos aleteando y a alergias que explotan por la nariz. A Marcel le encanta la primavera y la gran ciudad. Le gusta la distancia y escuchar en una cama o en una silla de lo más incómoda, delante de un café o detrás de una aguja y un dedal. Marcel en otros tiempos hubiese peinado canas, pero peina primavera por los cuatro costados. Ella puede cantar toda la banda sonora de esta estación del año y de muchos años atrás sin que se le note en el cuerpo, ni en la cara. Siempre me pone peros, ¡me encanta!, porque me los dice y yo le contesto, a veces la entiendo y otras veces... Me gusta cuando llegan sus tesoros y desaparece para concentrarse sólo en ellos, porque luego se escapan y la nostalgia le invade hasta que sale a la calle ( ¿con un sombrero rojo?) para oler a primavera, a música y a suspiros que le salen porque ama.