SALOMÉ
Salomé lleva acento en la e, sin embargo Irene es un nombre llano y Penélope esdrújulo. Son nombres acentuados por el paso de los segundos, de los minutos, de las horas que las llevan hasta ese pedestal del que muchos las quieren bajar. Son nombres acentuados por el violáceo, por el terror, por la mala pasada, por la equivocación. Son nombres acentuados y jodidos por el cobarde, por el inestable, por la carne de celda. Salomé tuvo un hijo y otro que no llegó a nacer porque él le hizo un agujero en el vientre, justo donde el sol alimentaba a su bebé. Irene estaba muy cansada y se quedó dormida en una bañera llena de agua roja. Penélope una mañana se maquilló, se peinó con el pelo hacía delante y se fue a la casa de la justicia, desde entonces tiene miedo, ¿más?